La escritura creativa de cuatro jóvenes venezolanos y cuatro italianos quedó plasmada en el libro Los elementos y el hado, editado por el Instituto Italiano de Cultura con motivo de la Semana de la Lengua Italiana en el Mundo, actividad cultural que promueve el gobierno italiano.
La obra fue presentada en la Feria Internacional del Libro de la Universidad se Carabobo 2024 y reúne ocho relatos tanto en español como en italiano.
Se trató de cuatro escritores emergentes de un país y cuatro del otro. Escribieron sus relatos a partir de una estrategia de trabajo que debía considerar los elementos agua, aire, fuego y tierra.
Estuvieron presentes los autores: José Miguel Mota, Andrea Leal, Gabriela Vignati, Angelo Marcano, Alessandro Buonomo, Beatrice Orlandi, Gabriele Di Donfrancesco y Flavia Di Mauro.
Este proyecto se gestó por primera vez durante la pandemia, en India, y fue reproducida en Venezuela mediante convocatorias y reuniones en línea.
En el acto, realizado en el salón Eugenio Montejo de la Filuc, estuvo el director del Instituto Italiano de Cultura, Andrea Baldi, quien refirió que estaba en Nueva Delhi para el momento de la pandemia y contactó a Daniel Dannery, quien se encontraba en otra ciudad de ese país, y se acordaron para llevar a efecto esta experiencia allá. Dado el éxito, lo replicaron en Venezuela.
Fue así cómo se hicieron las convocatorias y reuniones que permitieron seleccionar a los jóvenes talentos y traducir los relatos tanto del español al italiano como del italiano al español. Dannery fue el coordinador del proyecto en Venezuela.
El escritor venezolano Matteo Trevisani, que tiene tres obras traducidas al italiano y con gran éxito en ese país, contó su experiencia en este proyecto y destacó que es una iniciativa que busca proyectar a escritores emergentes que no habían logrado publicar.
Por su parte, Daniel Dannery manifestó su alegría por lograr este proyecto y además presentarlo en la Filuc. Comentó que era una suerte estar acá.
El libro se logró editar en tiempo récord y contribuyó a ello, el trabajo de traducción de Elizabetta Balazzo, quien fue la encargada también de traducir las intervenciones de los invitados y de los relatos leídos en la sala para deleite de los presentes.
Con información: NP