La península de Kamchatka, en el extremo oriente de Rusia, ha sido escenario de un evento geológico extraordinario: el volcán Krasheninnikov ha entrado en erupción después de un silencio de 460 años. Este acontecimiento se produce en un contexto de intensa actividad sísmica que ha sacudido la región en los últimos días.

Este domingo, un terremoto de magnitud 6.8 se registró en las costas de Kamchatka, según informó el Servicio Geofísico Unificado (SGU) ruso. Este sismo es una nueva réplica del potente terremoto de magnitud 8.8 que ocurrió el pasado miércoles 30 de julio, el cual ha sido catalogado como el mayor seísmo en la región desde 1952.

Aquel evento inicial activó alertas y avisos de tsunami a lo largo de la costa americana del Pacífico y, crucialmente, ha impulsado la actividad volcánica del territorio.

Los científicos rusos anticipan que el proceso de réplicas, aunque con magnitudes decrecientes, podría extenderse por varios meses. En las últimas veinticuatro horas, la capital de la península, Petropávlosk-Kamchatski, ha sentido 10 temblores, elevando a más de 65 el número total de réplicas desde el gran terremoto del 30 de julio.

Este aumento significativo en la actividad volcánica de la península está directamente relacionado con la inestabilidad sísmica que la región está experimentando.

Con información de El Carabobeño