El lanzador Inmer Lobo es una de las jóvenes figuras que recientemente llegaron a los Navegantes del Magallanes, y gracias a su gran accionar forma parte de ese grupo de peloteros que a pesar de su corta edad ya causa impacto en ligas menores y, además, crea expectativa en la afición naviera para verlo pronto con el uniforme eléctrico.
Lobo, quien llegó a la Nave junto al también zurdo José Suárez en ese primer cambio de la temporada muerta con Tigres de Aragua, vive un gran 2025 dentro de la organización de los Piratas de Pittsburgh. Inició en Clase A pero luego de acumular 31.2 innings en 13 presentaciones con efectividad de 1.71, recibió el ascenso a Clase A Avanzada.
En este nuevo nivel, aunque solo ha realizado siete presentaciones luego de superar molestias en su antebrazo de lanzar, ha mostrado el mismo hermetismo en el montículo para acumular números globales de 2G-0P, 2.09 en porcentaje de carreras limpias, 13 boletos, 40 ponches y 38.2 entradas tras 19 apariciones.
“Creo que la clave ha sido el trabajo. Soy una persona muy creyente en el trabajo fuerte y que siempre los resultados provienen de ahí”, expresó el joven pitcher a través del hilo telefónico. “Mi repertorio de cuatro lanzamientos también ha sido un punto importante. Lanzo slider, cambio, curva y el que para mí y mi organización es mi mejor pitcheo: la recta, la invisible”.
Precisamente este último punto ha sido fundamental en su andar a través de las ligas menores, pues en cada una de sus campañas ha acumulado más ponches que innings lanzados, lo que hasta ahora da una cuenta de 135 abanicados en 123.2 capítulos tras tres zafras y media.
El zurdo de 21 años de edad inició su carrera como abridor, cuando fue firmado por los Medias Rojas de Boston en 2022, pero desde el año anterior la organización de Pittsburgh lo ha hecho trabajar a tiempo completo como relevista, incluso ha recibido oportunidades de cerrar juegos y dice sentirse a gusto con ese rol.
“Siempre he querido ser abridor, pero el béisbol me ha dicho que soy relevo y me ha gustado cerrar juegos. Me gusta cuando cierras porque todo el peso cae sobre ti y me gusta trabajar bajo presión, es donde más doy de mí”, detalló el siniestro.
En este sentido, son seis los rescates que tiene en la misma cantidad de oportunidades, pero más allá de eso hay un dato curioso. Luego de 59 presentaciones antes de la jornada del miércoles 16 de julio, no ha permitido un juego perdido, lo que habla del temple y también la fortuna que ha tenido en cada una de sus actuaciones.
Honrado de pertenecer a la Nave
El nativo de Barquisimeto, estado Lara, está contento y honrado de pertenecer a un equipo tan histórico como el de Magallanes. Aunque no ha tenido la oportunidad de debutar en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional y aunque aún es temprano para tener la certeza, el zurdo quisiera hacerlo esta próxima temporada.
“Primero que nada darles las gracias a la gerencia por la oportunidad de traerme a este equipo. Es algo bien especial porque desde niño veía los juegos y decía que quería estar ahí con ese uniforme, y ahora tener la oportunidad de hacerlo de verdad es todo un honor para mí”, confesó.
Texto: NDP