El reconocido periodista, docente universitario y escritor Ángel Perozo compartió desde su experiencia personal que ser periodista es, sin duda, una bendición que proviene de Dios. Durante el programa La Entrevista, conducido por el periodista Nicolás Brizuela, Perozo expresó que recibir el Premio Francisco J. Ávila, es como una retroalimentación de todo lo que he sembrado durante su carrera. Para él, vivir su profesión y ser reconocido por ella representa una retrospectiva de toda su trayectoria llena de vivencias y aprendizajes.
Perozo, quien fue Secretario General de Colegio Nacional de Periodistas en Carabobo, durante dos periodos (2008 -2010 y 2010 2012), agradeció a la actual junta directiva del CNP en la entidad por otorgarle esta honrosa distinción, reconoció que “esta gestión ha sido impecable” y que, al igual que él, creen en los valores del periodismo y la institucionalidad.
Ángel, quien actualmente es Jefe de Prensa de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo, hizo énfasis en los diferentes roles que le ha tocado ejercer en su carrera. Reconoció que su vida profesional ha sido una especie de película, comparación que hizo con la historia de “Forrest Gump”, pues ha hecho de todo en el mundo del periodismo: reportero en la calle, institucional, deportivo, impreso y audiovisual. Para él, toda esa diversidad y el don humanista que posee son los que le han permitido mantener las puertas abiertas en su amplio camino profesional.
Resaltó la importancia de dejar huellas y legados, no solo en lo profesional, sino en la calidad humana y las relaciones interpersonales. “La relación asertiva con el entorno y sus actores es clave para tener éxito en cualquier profesión”, afirmó. En su reflexión, enfatizó que todos los periodistas llevan una historia que contar, y que, en ese proceso, vivir y vivir bien, solo puede lograrse desde la honestidad y el compromiso con la verdad, valores que considera una verdadera bendición de Dios.
Finalmente, Ángel Perozo indicó que prepara una novela titulada “La historia de mi vida, el periodista”, afirmó que su misión es dejar un legado a través de sus acciones y ejemplos, porque, en definitiva, todos dejamos huellas en la vida.
Reconoció que en la profesión periodística, la calidad humana y el relacionarnos de la mejor forma con otros, son activos invaluables de todos debemos cuidar. Envió un mensaje de inspiración a las nuevas generaciones de comunicadores, a quienes los invito hacer de esta profesión una vocación de servicio y amor.
Texto: Nicolás Brizuela