Ya sea que te parezcan adorables, feas o simplemente raras, es casi seguro que hayas oído hablar de las muñecas peludas que se han convertido en una sensación mundial: Labubu. Lo que comenzó como una curiosidad para coleccionistas se ha transformado en un fenómeno global, agotándose en tiendas de todo el mundo y capturando la atención de celebridades como Rihanna, Dua Lipa, Kim Kardashian y Lisa de Blackpink.
Nacida como un monstruo y convertida en una criatura con aspecto de elfo, esta creación del fabricante chino de juguetes Pop Mart se ha vuelto una compra viral. Pero no solo las celebridades están obsesionadas; la gente común también lo está.
Desde Shanghái hasta Londres, las largas filas para hacerse con estas muñecas han acaparado titulares, llegando incluso a generar altercados.
«Percibes una gran sensación de éxito cuando logras conseguir una entre la competencia tan feroz», comenta Fiona Zhang, una fan declarada de Labubu, reflejando el sentir de miles de coleccionistas.
La fascinación mundial por Labubu ha tenido un impacto significativo. Se estima que casi ha triplicado las ganancias de Pop Mart en el último año. Además, según algunos analistas, este fenómeno incluso ha revitalizado el poder blando chino, que se vio afectado por la pandemia y una relación tensa con Occidente.
El éxito de Labubu demuestra el creciente poder del mercado del arte de colección de juguetes y la capacidad de la cultura pop para trascender fronteras y situaciones geopolíticas.