Lo que va de 2025 para José Gregorio Castillo ha sido un poco movido. Inició un poco tarde la campaña en Triple A, a mediados de abril, debido a molestias en su brazo de lanzar, pero una vez que entró en acción tuvo un desempeño notable y los Dbacks de Arizona lo ascendieron a Grandes Ligas.
Su regreso a las mayores fue el 1 de mayo pero, 11 días más tarde, fue colocado en asignación en parte a que los resultados no les salieron de la mejor manera, puesto que permitió ocho carreras limpias en 6.1 innings de labor. Sin embargo, dos días después, específicamente el 14 de este mismo mes, fue cambiado a los Mets de Nueva York por dinero en efectivo.
Con toda esta realidad y tanto movimiento en las últimas dos semanas, el zurdo quiere dejar lo que ya pasó atrás y ahora su concentración solo está destinada a aprovechar de la mejor manera esta nueva oportunidad, que llega desde la “Gran Manzana” para mantenerse en el big show.
“Por como se estaban dando las cosas honestamente no pensé que pasaría un cambio, pero así es esto, ahora estoy contento por esta nueva oportunidad”, expresó el siniestro en un contacto telefónico. “Sigo enfocado en hacer el trabajo que yo sé hacer, sin presión, esperando el momento de regresar a la acción”.
Durante su pasantía en Triple A con el Reno Aces, tuvo el chance de ver acción en cinco compromisos en los que dejó 1.69 de efectividad tras permitir una sola carrera libre de suciedad en 5.1 entradas, además de ponchar a siete y dejar 0.75 de whip. No obstante, esa misma labor no pudo trasladarla al máximo nivel y desde ya piensa en los correctivos que debe hacer de inmediato para pasar la página y retomar su mejor forma, esa que vimos en su temporada de debut en 2018.
“Los ajustes que debo hacer más que todo son en la parte mental. El hecho de bajarle a la presión y solo disfrutar lo que estoy haciendo en el montículo”, confesó el oriundo de Camaguán, estado Guarico. “Además, siento que ese proceso de adaptación se me hará más fácil teniendo a tantos conocidos y venezolanos en el equipo”.
Mientras tanto, el zurdo de 29 años espera con paciencia el momento de estrenarse con el uniforme de los Mets, y empezar a contribuir a un cuerpo de lanzadores que está entre los mejores de todo el béisbol.
Texto: NDP