Se ha observado un aumento preocupante en el número de adultos jóvenes diagnosticados con cáncer, incluso sin antecedentes familiares de la enfermedad. Este fenómeno desafía la idea tradicional de que el cáncer es una enfermedad principalmente relacionada con la edad avanzada.
Si bien es cierto que el envejecimiento aumenta el riesgo de cáncer debido a factores como la acumulación de mutaciones en las células, el aumento de casos en personas jóvenes ha llevado a los investigadores a buscar otras explicaciones.
Un estudio reciente publicado en la revista BMJ Oncology reveló que la incidencia de cáncer en adultos menores de 50 años aumentó un 79% a nivel mundial entre 1990 y 2019. Las muertes relacionadas con el cáncer en este grupo de edad también mostraron un aumento del 28% durante el mismo período.
Otro informe, publicado en The Lancet Public Health, indicó que las tasas de 17 tipos de cáncer han aumentado de manera constante a lo largo de las generaciones en Estados Unidos, especialmente entre la Generación X y los millennials.
El cáncer de mama, por ejemplo, ha experimentado un aumento significativo entre las mujeres jóvenes. Según un informe de la Sociedad Estadounidense del Cáncer (ACS), las tasas de incidencia de cáncer de mama en mujeres blancas menores de 50 años aumentaron un 1,4% anual entre 2012 y 2021, en comparación con el 0,7% en mujeres mayores de 50 años.
Otros tipos de cáncer, como el nasofaríngeo, el de estómago y el colorrectal, también han mostrado un aumento en la población joven, según el informe de BMJ Oncology.
Ante esta situación, los investigadores se han dedicado a identificar las causas de este incremento en los casos de cáncer entre los adultos jóvenes. El estudio de The Lancet advierte que, de continuar esta tendencia, se podrían revertir décadas de avances en la prevención del cáncer.
Entre los posibles factores que contribuyen al aumento de casos se encuentran los factores dietéticos, como las dietas ricas en carne roja y sodio, y bajas en frutas y leche, así como el consumo de alcohol y tabaco.
La obesidad también se ha identificado como un factor de riesgo importante, ya que está relacionada con un mayor riesgo de cáncer debido a la inflamación y la desregulación hormonal. El informe de The Lancet señala que 10 de los 17 tipos de cáncer que están aumentando entre los jóvenes estadounidenses están relacionados con la obesidad.
Sin embargo, estos factores no explican completamente el aumento de casos de cáncer en adultos jóvenes. Los científicos continúan investigando otras posibles causas, como la exposición a la luz artificial y el trabajo por turnos, que pueden alterar el reloj biológico y aumentar el riesgo de cáncer.
Llamamiento a los médicos
Sin embargo, este panorama ha llevado a importantes organizaciones como la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC) a sensibilizar a los médicos generalistas sobre el cáncer de aparición precoz para que no se pasen por alto los síntomas en pacientes más jóvenes.
«Si una persona mayor de 60 años manifiesta dificultad para defecar, fatiga y distensión abdominal, los médicos se toman en serio estos síntomas y recomiendan un cribado exhaustivo. Sin embargo, en el caso de una persona de 30 años que es activa y no responde al perfil típico del cáncer colorrectal, estos síntomas pueden descartarse como molestias menores», explicó el doctor Alexandre Jácome, director de la Sociedad Brasileña de Oncología Clínica, quien añade que los diagnósticos tardíos ponen en peligro las posibilidades de supervivencia.
Con información de BBC Mundo