En un ambiente de profundo fervor y recogimiento, la Basílica Catedral de Valencia recibió este 24 de diciembre a cientos de fieles para la celebración de la Misa de Nochebuena, presidida por el Excelentísimo Monseñor Jesús González de Zárate Salas, Arzobispo de Valencia.
Durante su homilía, el prelado destacó la trascendencia de esta solemnidad, señalando que es una «noche grande» en la que la Iglesia se reúne para proclamar una noticia que cambia la historia de forma definitiva. “Hoy manifestamos con gozo que nos ha nacido un Salvador, el Mesías. En este Niño pequeño se hace presente el plan de Dios para nosotros de manera definitiva”, expresó.
Haciendo referencia al título profético de Jesús como “Príncipe de la Paz”, Monseñor González de Zárate enfatizó la vigencia de este mensaje en un contexto global convulso. “Ese título es sumamente actual en estos momentos en que el mundo vive marcado por la guerra. Debemos conservar ese amor tierno en la fe y la esperanza, caminando siempre en la caridad”, afirmó.
El Arzobispo hizo un llamado especial a la oración por la concordia, centrando su intención en la realidad del país: “Clamemos al Señor que nos dé la paz, especialmente a los venezolanos”. En este sentido, hizo eco del mensaje reciente de los obispos de Venezuela, reafirmando que los venezolanos son, por esencia, «gente de paz».
Antes de finalizar la liturgia, el Pastor de la Iglesia valentina pidió al Recién Nacido que conceda a las familias la gracia de transitar siempre por senderos de entendimiento. “Pedimos al Señor que ofrezca a nuestras familias poder caminar por los caminos de la paz. Jesucristo está aquí, está presente y quiere salvarnos”, concluyó.
La celebración finalizó con la tradicional veneración de la imagen del Niño Jesús, mientras los cantos de aguinaldos resonaban en las naves de la Catedral, sellando una noche de esperanza para todas las familias carabobeñas.
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