FMUC 104,5 – Universidad de Carabobo

Primer huevo fértil de cóndor andino en Mérida tras 20 años

El Centro de Conservación Mundo Safari en Merida, anunció un hito histórico para la fauna venezolana: el primer huevo fértil de cóndor andino logrado en cautiverio. Este logro marca un avance significativo en el Programa Nacional de Conservación de la especie, actualmente catalogada en peligro crítico de extinción. Por primera vez en más de dos décadas, se abre la posibilidad real de ver nacer un nuevo ejemplar en cautiverio en Venezuela.

El equipo veterinario confirmó la fertilidad del huevo mediante análisis de ovoscopia, y la pareja reproductora ya inició el proceso de incubación natural. Si no surgen complicaciones, se espera que el nacimiento ocurra en las próximas semanas. Este acontecimiento no solo representa una victoria técnica, sino también un símbolo de esperanza para la recuperación del cóndor andino en el ecosistema venezolano, donde su presencia ha sido históricamente diezmada.

El proyecto, liderado por el médico veterinario Adrián Carrero, se enfoca en establecer al menos cinco parejas reproductivas no emparentadas en el país. Para ello, se incorporaron ejemplares provenientes de Europa, con el fin de evitar la endogamia y fortalecer la diversidad genética de la población local. La pareja actual es la primera en alcanzar una fase reproductiva exitosa, validando los protocolos de manejo y cuidado implementados por el centro.

Además, la ministra de Turismo, Leticia Gómez, fue nombrada madrina de la futura cría, en un gesto que busca visibilizar el compromiso institucional con la conservación de especies emblemáticas. Esta designación refuerza el carácter nacional del esfuerzo y vincula a las autoridades con el legado ambiental que se pretende consolidar.

Finalmente, de concretarse el nacimiento, Venezuela no solo celebraría el regreso del “Rey de los Andes” a sus cielos, sino también el impacto de una gestión científica rigurosa y colaborativa. El Centro Mundo Safari reafirma así su papel como referente en conservación, y Mérida se posiciona como epicentro de una nueva etapa para la biodiversidad andina.

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