Cammie, una camella maltratada, ha vuelto a caminar gracias a una prótesis de última generación, un año después de sufrir una brutal agresión en la provincia de Sind, Pakistán. Su historia, que ha conmovido al mundo, destaca la importancia de la concienciación contra el maltrato animal y el poder de la rehabilitación.

En junio de 2024, un granjero le amputó una pata a Cammie tras encontrarla buscando pasto en su campo, por lo que este cruel acto dejó a la camella con heridas graves y un profundo trauma. Afortunadamente, Cammie fue rescatada y trasladada al Proyecto Benji, un refugio para animales en Karachi dedicado a proteger a las víctimas de abuso.

«Estaba aterrorizada cuando llegó. Tenía miedo de los humanos», compartió Sheema Khan, responsable del refugio, con la cadena BBC. La dedicación del personal del Proyecto Benji fue fundamental para su recuperación inicial, brindándole el amor y la atención necesarios para sanar sus heridas físicas y emocionales. «Me llevó mucho tiempo que recuperara su autoestima», añadió Khan.

Una vez que su herida cicatrizó por completo, el refugio tomó una decisión audaz: encargar una prótesis a medida diseñada por la reconocida empresa @bionicpets. Este paso era crucial para el objetivo principal de sus cuidadores: que Cammie pudiera volver a andar.

El momento de la prueba de la prótesis fue un testimonio de la resiliencia de Cammie. «No la obligamos a caminar. Después de colocarle la prótesis, esperamos entre 15 y 20 minutos. Finalmente, la camella se levantó lentamente por sí sola y empezó a andar», relató emocionado Babar Hussain, veterinario principal a cargo de Cammie. «Empecé a llorar cuando la vi caminar», confesó.

Según el medio digital Blick, este sería un caso pionero en Pakistán, marcando la primera vez que un camello logra volver a caminar gracias al uso de una prótesis.

Un futuro en el refugio y un llamado a la concienciación

A pesar de su notable progreso y adaptación a la prótesis, los veterinarios han determinado que Cammie no podrá ser reinsertada en su hábitat natural. Su reinserción al entorno es prácticamente imposible debido a las secuelas de su trauma y su condición. Sin embargo, su futuro en el refugio de Karachi está asegurado, donde continuará recibiendo los cuidados especiales que le han permitido recuperar la confianza en sí misma. «Amor, cariño y comprensión han sido las principales herramientas de sus cuidadores para que su recuperación fuese posible», destacan los responsables.

El caso de Cammie ha trascendido fronteras, convirtiéndola en un símbolo de superación en el ámbito del maltrato animal. Su historia es un claro ejemplo de que, con la atención adecuada y el cariño necesario, los animales pueden recuperar la confianza y mejorar significativamente, incluso después de experiencias devastadoras.

La historia de Cammie también pone de manifiesto la urgente necesidad de una concienciación social real para erradicar el maltrato animal. Datos como los del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) en España, que registraron más de 1.300 casos de maltrato animal tan solo en 2023, subrayan la magnitud de este problema global.