El volcán Lewotobi Laki-Laki en la isla de Flores, Indonesia, entró en una nueva fase de erupción este miércoles, lanzando gigantescas columnas de ceniza y humo que han obligado a evacuar aldeas cercanas y han provocado la cancelación de decenas de vuelos, incluyendo conexiones hacia y desde la popular isla turística de Bali.
Desde la tarde del martes hasta la madrugada del miércoles, el volcán registró varias erupciones que impulsaron cenizas a alturas de hasta 5.000 metros (16.400 pies). Una de las explosiones más significativas, ocurrida el martes por la tarde, envió densas nubes grises que alcanzaron los 10.000 metros (32.800 pies), formando una impresionante nube de ceniza con forma de hongo visible a unos 150 kilómetros (casi 93 millas) de distancia.
Ante la escalada de actividad, la agencia nacional de vulcanología elevó la alerta de erupción al nivel más alto este martes. Como medida de precaución, la zona de peligro donde se recomienda la evacuación se ha ampliado a 8 kilómetros (unas 5 millas) del cráter.
Las comunidades fuera de la zona de peligro, como las aldeas de Boru, Hewa y Watobuku, también han sufrido la caída de cenizas y escombros. Residentes de Nurabelen, en el subdistrito de Ile Bura, han sido trasladados a sitios de evacuación en Konga, mientras que otros han buscado refugio en la aldea de Nileknoheng, a 12 kilómetros (7,4 millas) del cráter, según informó Abdul Muhari, vocero de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres.
La presencia de ceniza volcánica en la atmósfera representa un riesgo significativo para los motores de los aviones, lo que ha llevado a la cancelación de docenas de vuelos este miércoles. Las interrupciones afectan a conexiones aéreas entre Bali y ciudades en Australia, Malasia, India y China, según información del aeropuerto internacional I Gusti Ngurah Rai de Bali.
Las autoridades indonesias continúan monitoreando de cerca la actividad del volcán Lewotobi Laki-Laki mientras los esfuerzos de evacuación y asistencia a los afectados prosiguen.