La superestrella del pop Taylor Swift, de 35 años, y su pareja, el jugador de la NFL Travis Kelce, hicieron una visita sorpresa ayer al Hospital Infantil Joe DiMaggio en Hollywood, Florida.

La pareja se encontraba en la ciudad con motivo de la Final de la Copa Stanley de hockey, y la cantante aprovechó la oportunidad para compartir un momento inolvidable con los pacientes, sus familias y el personal médico.

La cuenta oficial del hospital en Instagram compartió conmovedoras imágenes de la visita, mostrando a Swift recorriendo las instalaciones y dedicando tiempo a los niños y sus seres queridos, así como al equipo de enfermeras pediátricas. Taylor llegó con una sonrisa radiante, siendo recibida con aplausos y gestos de cariño por parte del personal sanitario, con quienes posó para fotos y compartió palabras amables

El doctor Jill Whitehouse, jefa de cirugía del centro, expresó su admiración en redes sociales, compartiendo una foto con la artista y escribiendo: «¡La jefa de cirugía conoce a la jefa del mundo! Indudablemente, una de las personas más amables que he tenido el privilegio de conocer. Gracias, Taylor Swift, por hacer realidad los sueños de nuestros pacientes, familias y personal hoy».

El hospital también utilizó las letras de las canciones de Swift para expresar su gratitud en redes sociales, con frases como: «Hiciste de este un día que nunca nos sacudiremos» («You made this a day we’ll never shake off», en referencia a su éxito «Shake It Off») y «Nuestros pacientes y familiares sintieron el amor y la magia que permanecerá, permanecerá, permanecerá con ellos mucho después de hoy» (un guiño a su canción «Stay, Stay, Stay»). La visita de Swift transformó los pasillos del hospital en un lugar de alegría, consuelo y conexión, dejando una huella imborrable en todos los presentes.