Fuertes lluvias azotaron el pasado lunes la región suroeste de Jordania, lo que afectó severamente el emblemático sitio arqueológico de Petra y obligó a las autoridades a evacuar a centenares de turistas como medida de precaución ante las repentinas inundaciones.
Los equipos de rescate del Departamento de Áreas Protegidas y Turismo de Petra (PDTRA) y de la Defensa Civil actuaron con rapidez para desalojar a los visitantes que se encontraban en el sitio el domingo, aunque no se ha especificado la cifra exacta de evacuados de las 1.785 personas que habían visitado el templo ese día.
Ante la persistencia de la borrasca que afecta las regiones del sur del país, la venta de entradas para las instalaciones arqueológicas de Petra ha sido suspendida hasta nuevo aviso. Las condiciones climatológicas adversas han generado además inundaciones repentinas en valles y zonas bajas, acompañadas de un descenso significativo de las temperaturas y fuertes vientos en la región.
Lamentablemente, las intensas precipitaciones también provocaron una trágica situación en la cercana zona de Shobak, donde una madre y su hijo de nacionalidad belga, quienes formaban parte de un grupo de 18 turistas atrapados por una riada mientras realizaban una excursión de aventura en Wadi al-Nakhil, fueron hallados sin vida por los equipos de búsqueda y rescate.