El Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA identificó al asteroide 2024 YR4 como una potencial amenaza para la Tierra, con la segunda probabilidad más alta registrada de impactar nuestro planeta. Inicialmente se estimó un riesgo del 1,2% en un plazo de 50 años, pero nuevas observaciones han elevado esa cifra al 2,3%, acercándose al 2,7% del asteroide Apophis, que podría colisionar con la Tierra en 2029.
Los cálculos más recientes indican que el 2024 YR4 podría impactar la Tierra el 22 de diciembre de 2032. La zona de riesgo abarca una amplia región que incluye el océano Pacífico oriental, el océano Atlántico, África, el Mar Arábigo, el sur de Asia y, preocupantemente, parte del norte de Sudamérica, incluyendo a Venezuela, Colombia y Ecuador.
A pesar de que inicialmente se calculó una probabilidad de impacto de 1 en 53, esta cifra ha ido en aumento, pasando del 1,6% al 1,9% y actualmente al 2,3%. Este incremento ha generado cierta alarma, aunque los expertos mantienen el optimismo y esperan que la probabilidad se reduzca a cero en los próximos meses.
A pesar del riesgo latente, los científicos se muestran optimistas y confían en que para marzo o abril de este año, la probabilidad de impacto del asteroide 2024 YR4 se reduzca a cero. Continúan monitoreando la trayectoria del asteroide y realizando cálculos para determinar con mayor precisión su curso.
Los científicos de la NASA y la Agencia Espacial Europea han hecho un llamado a la calma, recordando que las películas de Hollywood a menudo exageran el peligro de los asteroides. Aseguran que, si bien el impacto de un asteroide puede ser un evento significativo, no representa una amenaza catastrófica para la humanidad.
En caso de que el asteroide 2024 YR4 impacte la Tierra, los científicos estiman que las consecuencias serían similares a las del evento Tunguska de 1908, cuando un meteorito cayó en Siberia, arrasando un área del tamaño de una isla. Si bien este evento causó daños considerables, no tuvo un impacto global devastador.
Los científicos continúan monitoreando la trayectoria del asteroide 2024 YR4 y actualizando los datos a medida que se realizan nuevas observaciones. Se espera que en los próximos meses se tenga una mejor comprensión de su órbita y se pueda descartar por completo la posibilidad de un impacto.